Si queremos avanzar en sostenibilidad es importante estar bien informados. Hoy queremos explicar las diferencias entre biodegradable y compostable. Son términos que pueden parecerse; incluso confundirse, pero hay diferencias entre biodegradable y compostable. No son exactamente lo mismo. Estamos acostumbrados a leer este tipo de palabras en las etiquetas de muchos productos, pero, ¿qué es mejor? ¿Son igual de interesantes o tienen notables diferencias?

 

Biodegradable y compostable. Se parecen, pero no son lo mismo.

 

Con la proliferación de las tiendas online y con lo que crecerán estos próximos años, muchas marcas se han apresurado a cambiar su packaging. Cada vez hay más empresas que utilizan materiales sostenibles. Y pensar en un packaging que utilice material sostenible o compostable no es ningún aspecto menor. Cada vez hay más personas que compran en negocios sostenibles.

Muchos clientes, cada vez más, tienen en cuenta si las marcas envían sus productos con paquetes biodegradables o compostables o, por el contrario, siguen utilizando plásticos contaminantes. Algunos ejemplos de este tipo de materiales son:

  • Biodegradables: madera; papel; cáscaras de huevo; cartón; biodiesel; tazas de barro; cerámica; algodón natural; lana natural…
  • Compostables: hojas secas; aserrín; pasto cortado y otros residuos vegetales del jardín; ceniza; frutas y verduras; semillas; café; saquitos de té, etc.

 

Etiquetas de producto. ¿Es biodegradable todo lo que leemos?

 

Hay diferencias entre biodegradabilidad y compostabilidad. El término biodegradable se refiere a las sustancias que pueden ser degradabas por acción biológica. Por lo tanto, los productos biodegradables tienen la particularidad de cambiar sus propiedades originales. ¿Qué significa esto realmente? Que la naturaleza es capaz de descomponerlos sin causar ningún tipo de residuo y, por supuesto, sin ocasionar ningún tipo de daño al medio ambiente.

Hay un gran desconocimiento, en general, de qué ocurre con los residuos que generamos todos los días miles de millones de personas en todo el mundo. Y es que nada es inocuo para el planeta y tampoco para las personas, los animales y, por ende, todos los seres vivos.

Solo para que os podáis hacer una pequeña idea, seguidamente compartimos una lista de materiales que desechamos todos los días, de forma indiscriminada y que tardan muchos años en descomponerse.

 

¿Cuánto tardan en descomponerse los diferentes materiales?

 

En la siguiente lista; ordenada más o menos de menos a más, hemos incorporado materiales que utilizamos y tiramos a diario, y que desconocemos cuánto tiempo tardan en descomponerse.

  • Papel: aproximadamente tarda un máximo de 5 meses en descomponerse.
  • Cuerda: puede llegar a tardar unos 14 meses en descomponerse, dependiendo de como sea.
  • Tetrabrick: Pueden llegar a tardar en descomponerse unos 30 años.
  • Colillas: los filtros de los cigarrillos pueden tardar unos 2 años en descomponerse totalmente.
  • Zapatos: si están confeccionados en cuero, se pueden alargar hasta los 30 ó 40 años.
  • Ropa fabricada con algodón: su descomposición se sitúa en unos 5 meses máximo.
  • Ropa confeccionada con lana: llega hasta los 5 años aproximadamente.
  • Prendas fabricadas con materiales sintéticos: el periodo de descomposición es mucho más largo, pudiendo llegar hasta los 40 años.
  • Bolsas de plástico: este tipo de materiales se alargan mucho más. Y aquí es donde estamos encontrando uno de los principales problemas de los que ya se habla desde hace muchos años. Pueden superar los 150 años.
  • Botellas de plástico: estas botellas llegan a la friolera de 400 años o más.
  • Las pilas y baterías se llevan la palma: porque pueden tardar en descomponerse hasta 1.000 años.

 

Productos fabricados con materiales compostables.

 

Los materiales compostables, son aquellos que al biodegradarse dan como resultado abono o compost de calidad. Además de esto, otra buena noticia es que estos materiales se biodegradan más rápidamente que el resto. Y esto significa que son más interesantes para el medio ambiente.

Si quisiéramos ahondar un poco más, también podríamos separarlos en domésticos e industriales, pero no pretendemos dar una clase. Simplemente queremos mostrar las principales diferencias.

Nuestra intención es informar sobre las distintas posibilidades que existen y su impacto. Cuando estamos bien informados podemos tomar decisiones con mayor criterio. Y también podemos interpretar lo que leemos en las etiquetas.

A modo de resumen, destacaremos que los materiales compostables son obligatoriamente biodegradables. Pero es importante saber, porque aquí es donde encontramos una de las grandes diferencias; y quizás la más importante: que todos los materiales biodegradables no tienen por qué ser compostables. Por lo tanto, no todos los materiales biodegradables se pueden convertir en abono de calidad.

Esperamos que este post os haya servido para aclarar un poco ambos conceptos. Si queremos hacer cosas positivas por el planeta, es importante estar bien informados. Solo con una buena información, sabremos cuándo estamos comprando productos respetuosos con el medio ambiente y los seres vivos, y cuando nos están tomando el pelo.

Solo tenemos un Planeta, y debemos cuidarlo entre todos.